Sin conocerte

Yo desde mi monitor, vos del tuyo. Sin saber ni como ni cuando ya estabas haciéndote parte de mi vida; y yo estaba (estoy) acostumbrándome a vos, a la idea de conectarme y que estés ahí, siempre con algo lindo por decir, por mas lejos que estés, por mas irreal que pueda llegar a ser todo. Vos a tu manera, yo a la mía. Sin necesitar darnos explicaciones pero a la vez dando muchas, sin necesitar decirte te quiero pero decirlo porque en algún punto me lo haces sentir. Sin necesitar que me digas te quiero pero en algún momento lo empezas a decir y ahí me mareo. Ahí es cuando la parte mas inteligente de mi decide no creerte, hacer oídos sordos y evitar futuros malos entendidos. Las palabras no sirven. No me sirven mas; porque hace un mes que escucho palabras sin sentido, palabras que probablemente al igual que a mi, se las decís a otras (y no te reprocho nada) palabras que de tanto escucharlas me queman los oídos, me aturden, me hacen bien, me haces bien, me sacas una sonrisa; y se torna un bienestar pasajero donde ni vos ni yo sabemos lo que queremos (vos menos que yo), y en ese bien que me haces, me haces mal, la situación no se equilibra nunca, siempre hacer planes y que nunca se concreten, nunca verte, nunca nada. Y ahí es donde aparece la parte de mi que no piensa, que actúa impulsivamente y que siente impulsivamente sin medir consecuencias, sin desconfiar, la parte de mi que ve todo perfecto, la parte de mi que quiere/ se encariña / siente sin pedir nada a cambio, es la parte de mi que saco cuando me hablas, cuando empezas, cuando estas. La parte de mi que se aferra a esas cosas por mas falsas que sean. Y lo peor es querer convenserme de que cabe una posibilidad de verte, de estar. Porque en un punto ya no me sirve el monitor, ni el chat, ni el facebook ni nada. Te quiero a vos, conmigo, acá. Quiero algo que sea real; quiero saber si queres, si no queres, si me mentís, si te da igual o no. Quiero echos; quiero ir mas allá de tres palabras que me manda un teclado. Quiero que me demuestres aunque sea un cuarto de las millones de cosas que me decís. Quiero muchas cosas, y una de esas es ESTAR-CON-VOS.