9/9/09

Si hay algo que me rompe terriblemente los ovarios es encariñarme ''rápido/fasil'' con la gente. Sobre todo, con la gente referida al sexo masculino. Y aunque haya dicho -no, no, no.- Fue un ''si, si, si''. Todo al revés. Y aunque haya hecho todo lo posible porque ese SI sea un NO, no hise lo suficiente. Y lo sé. No me quejo de lo que me toca, porque se como hise las cosas. Enamorada, ya no estoy enamorada de ''ese'' que taanto ''amaba''. Ahora me encuentro en un proceso de rehabilitación. Siempre dije que el era peor que las drogas. Y lo es. Pero no lo odio, no puedo odiarlo. Y la historia se repite. Aunque si sería droga, yo no volvería a la droga después de haber luchando seis meses para sacarmelo de encima, sacarmelo de mi. Simplemente sacarmelo de debajo de mi piel. Te llevaba conmigo. Te quería. Pero esa es otra historia. Una historia paralela. Ahora que encaminé mi vida los caminos se vuelven a confundir. Planear las cosas no me gusta, y mientras más sueño planeandolas, más sufro intentando convencerme de que ''no paso''. Y ahora que veo lo que pasa, me siento y me pregunto si verdaderamente esto estara bien. No sé como es eso de que mientras más forro hijo de puta sos, más me gustas. Ni siquiera GUSTAR entra para decirlo. Ponele que ''me encantas''. Me podés. . Y a pesar de lo hisiste, lo peor es seguir esperando que los milagros caigan del cielo. Lo peor es quedarme sentada esperando un poco, (sólo UN-POCO) de sinceridad de tu parte. No quiero dejar de verte. Y aunque no me seas sincero, no sé si podría. No quiero y es no quiero. Pero yo te aseguro que lo que tenga que hacer, lo voy a hacer. Pero yo te aseguro que está vez no me quedo sentada esperando. Yo, yo te aseguro que está vez te salgo a buscar. Y está vez te quiero encontrar.

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