Sé que no puedo escribir todo lo que me pasa porque no hay palabras existentes para describirlo. Nadie va a entender jamás lo que me pasó. Ojalá tuviese videos, ojalá pudiese entregar a cada persona que entra en mi vida un disco con mis datos. Ojalá, así nadie se decepcionaría, así nadie crearía demasiadas expectativas conmigo. No, no soy brillante ni la mejor, no soy la más coherente tampoco. Soy poco y de lo poco que soy poco entiendo.
Me he dejado pisar, basurear, usar. He dejado que hicieran lo que quisieron con mi cuerpo, con mi mente y mis deseos pero siempre quedó firme la idea de amarte para toda la vida. Una idea perpetua y perenne, casi inata. De muchas cosas jamás me recuperaré, otras tantas las olvidaré con el tiempo. Cada una de ellas me ha dejado una marca. Él me pide que use cicatrizante para sacarme las marcas en los brazos: yo quiero que esas marcas se queden. Las ciento un marcas de mis brazos, los miles de dolores que me trajeron sangre: NO VOY A OLVIDARLOS. No quiero que las marcas se vayan. Se irán sí con el tiempo, sí con la desmemoria, si con el aprendizaje. No las voy a eliminar, se irán de a poco, a su debido tiempo. Jamás podría alejarlo de mi camino, nunca. Cuando él está en pareja y me pide que me aleje lo hago. Solo él puede decidir cuándo no vamos a vernos. Por lo demás no me preocupo: lo conozco, sé que no va a ser feliz con nadie porque ni siquiera es feliz consigo mismo. Siempre volvió, siempre vuelve, siempre va a volver.
Soy conciente, soy consiente al fin del daño que me causó. Soy consciente y sin embargo aquí estoy escribiendo acerca de aquel hombre. Aún tiemblo cuando me toca, aún merezco parte de su amor, parte de su sexo. Aún soy parte de él y aún él es parte mía. Sos parte de mí y sin embargo ya no te quiero.
Soy absurda. Soy lo que el mundo quiere que sea. Entiendo mis necesidades. Entiendo que mi necesidad es él. Que sin dolor no existo, que me consume la melancolía. Que lo único peor que sentir dolor es no sentir absolutamente nada. No soy más que un ser que vive por casualidad. Quiero existir, quiero sentir.
Soy útil, fiel, inútil, inteligente, puta, alegre, obsesiva, virgen, hermana, hija, prima, novia, amante, amiga, compañera, confidente, traidora y leal entre otras cosas. Ese es mi modo operativo, así soy: ABSURDA. Me entiendo en mi desorden, en mi incoherencia.
Me he dejado pisar, basurear, usar. He dejado que hicieran lo que quisieron con mi cuerpo, con mi mente y mis deseos pero siempre quedó firme la idea de amarte para toda la vida. Una idea perpetua y perenne, casi inata. De muchas cosas jamás me recuperaré, otras tantas las olvidaré con el tiempo. Cada una de ellas me ha dejado una marca. Él me pide que use cicatrizante para sacarme las marcas en los brazos: yo quiero que esas marcas se queden. Las ciento un marcas de mis brazos, los miles de dolores que me trajeron sangre: NO VOY A OLVIDARLOS. No quiero que las marcas se vayan. Se irán sí con el tiempo, sí con la desmemoria, si con el aprendizaje. No las voy a eliminar, se irán de a poco, a su debido tiempo. Jamás podría alejarlo de mi camino, nunca. Cuando él está en pareja y me pide que me aleje lo hago. Solo él puede decidir cuándo no vamos a vernos. Por lo demás no me preocupo: lo conozco, sé que no va a ser feliz con nadie porque ni siquiera es feliz consigo mismo. Siempre volvió, siempre vuelve, siempre va a volver.
Soy conciente, soy consiente al fin del daño que me causó. Soy consciente y sin embargo aquí estoy escribiendo acerca de aquel hombre. Aún tiemblo cuando me toca, aún merezco parte de su amor, parte de su sexo. Aún soy parte de él y aún él es parte mía. Sos parte de mí y sin embargo ya no te quiero.
Soy absurda. Soy lo que el mundo quiere que sea. Entiendo mis necesidades. Entiendo que mi necesidad es él. Que sin dolor no existo, que me consume la melancolía. Que lo único peor que sentir dolor es no sentir absolutamente nada. No soy más que un ser que vive por casualidad. Quiero existir, quiero sentir.
Soy útil, fiel, inútil, inteligente, puta, alegre, obsesiva, virgen, hermana, hija, prima, novia, amante, amiga, compañera, confidente, traidora y leal entre otras cosas. Ese es mi modo operativo, así soy: ABSURDA. Me entiendo en mi desorden, en mi incoherencia.
Soy todo, depende del día.
-
-
Fragmento, Abzurda - Cielo Latini
No hay comentarios:
Publicar un comentario