Un error nos lleva a otro error. Es tan fásil equivocar el camino y tan difísil volver el tiempo atrás. Incluso cuando tenemos buenas intenciones, un error lo puede cambiar todo. Ya estas perdida, extraviada, ¿a dónde más podés ir? Hay alertas, hay advertencias, pero no las escuchamos y eso nos lleva al error. Herrar es pensar en uno mismo. ¿Qué nos paso? ¿Por qué nos equivocamos tanto? ¿Por qué fuimos tan débiles? Cuando cometiste errora tras error ya no tenes derecho a quejarte. Ni siquiera eso. El dolor se transforma en resentimiento, en tristeza irremediable. Ya no sos el qué eras. ¿Quien sos? ¿Quienes somos? ¿A dónde vamos? Y queres volver, pero ya es tarde... Porque los errores del presente son las tragedias del futuro.
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