Cuando te conocí salias con una amiga de las pocas que tenía. Eras lo mejor de su vida, pero fuiste lo mejor de la mía. Cuando te conocí te reconocí por tus botas, y mientras tomabas tequila dejamos atrás dos almas rotas. Cuando te conocí me dijiste que por mí no ibas a cambiar. Ibas a seguir siendo igual. Ibas a seguir siendo igual. Y en el fondo es tan hondo mi dolor, porque me voy y no se puede cambiar. De corazón como de sombrero sin haber sufrido primero.
Esa canción de Andresito me hiso acordar mucho a él. Y no pude evitar sonreír. Creo que es el más lindo efecto que provocas en mí. Y aunque esté amor no corresponde ni en tiempo ni en espacio. Aún me queda la esperanza que me dice que la vida es una caja de sorpresas, y tal vez en algún regalo de ella, cuando lo abra, te encuentre a vos. Ahí esperando por mí. Por volvernos a encontrar. Pero no, ahora no.
Y sabes que? Muero. Muero de ganas por estar en tu fiesta ahora. Por decirte que te amo, besar tus labios otra vez, y que no sea sólo en sueños de papel...